El testigo del aceite es uno de los más críticos del cuadro de instrumentos. Su símbolo suele ser una lámpara de aceite, a veces acompañado de la palabra “OIL” o con un color rojo. Aparece brevemente al encender el contacto, pero si permanece encendido con el motor en marcha, indica un problema serio: baja presión de aceite o falta de lubricación.
Ignorar este testigo puede provocar averías catastróficas, como el gripado del motor o el desgaste irreversible de componentes internos. Por eso, su aparición debe interpretarse como una alarma de emergencia mecánica.
Función del testigo del aceite del motor
Este testigo advierte de problemas relacionados con la presión o el nivel de aceite en el motor. A través de sensores, el sistema de lubricación controla si el aceite fluye correctamente a todos los elementos internos (cigüeñal, árbol de levas, pistones, etc.). Si detecta que la presión está por debajo del mínimo necesario, se activa el testigo.
Algunos vehículos también incluyen un testigo amarillo o mensaje de “nivel bajo de aceite”, que es menos urgente y permite circular hasta realizar una revisión. Sin embargo, el testigo rojo requiere detener el vehículo de inmediato.
Diagnóstico del testigo del aceite del motor encendido
Ante el encendido del testigo, el diagnóstico debe seguir pasos claros:
- Detener el vehículo en cuanto sea seguro y apagar el motor.
- Comprobar el nivel de aceite con la varilla de medición. Si está bajo, rellenar con el tipo adecuado.
- Observar si hay manchas de aceite en el suelo o en el motor, lo que indicaría una fuga.
- Revisar el estado y la limpieza del aceite: si está negro, espeso o tiene partículas metálicas, puede haber desgaste interno.
- Comprobar la presión real de aceite con manómetro, si el nivel es correcto pero el testigo sigue encendido.
- Inspeccionar el sensor de presión de aceite, el cableado y los conectores eléctricos.
- Escanear el vehículo con un equipo de diagnóstico, especialmente en modelos modernos que integran el testigo en la ECU del motor.
- Evaluar si hay ruidos anormales (tintineo, golpeteo metálico), lo que indicaría fallo de lubricación real.
Causas comunes del encendido del testigo del aceite
- Nivel de aceite bajo, por consumo excesivo o fuga.
- Sensor de presión de aceite defectuoso o desconectado.
- Bomba de aceite desgastada o averiada, incapaz de mantener la presión adecuada.
- Filtro de aceite obstruido o mal instalado.
- Aceite incorrecto para el tipo de motor (viscosidad inadecuada).
- Desgaste interno del motor (cojinetes de cigüeñal, árbol de levas) que reduce la presión.
- Obstrucción en los conductos de lubricación, por lodo o restos.
- Juntas defectuosas (retén del cigüeñal, junta de tapa de balancines) que provocan pérdidas.
- Fallo en el relé o testigo del cuadro, aunque es menos frecuente.
Soluciones al encendido del testigo del aceite
- Rellenar el aceite si está por debajo del mínimo, con el tipo y grado recomendados por el fabricante.
- Cambiar el aceite y el filtro si están sucios o degradados.
- Sustituir el sensor de presión si está dañado o manda señales erróneas.
- Limpiar los conductos de lubricación internos, si hay restos de carbonilla o lodo.
- Revisar y, si es necesario, reemplazar la bomba de aceite, si la presión no alcanza los valores normales.
- Reparar fugas visibles cambiando juntas o retenes dañados.
- Si hay daños internos, realizar una reparación parcial o completa del motor, dependiendo del alcance.
- En caso de fallo del módulo de cuadro o sistema eléctrico, reparar el circuito correspondiente.
El testigo de aceite es uno de los más importantes del vehículo. No debe ignorarse jamás, ya que puede ser la única advertencia antes de un daño irreparable en el motor. Siempre se debe actuar de inmediato y consultar con un profesional si no se soluciona con una simple reposición del nivel.
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